Cuando las abuelitas se dan cuenta de esta fatiga, comúnmente dicen que es por falta de vitaminas, lo que no está del todo errado, sin embargo, aunque pueden acertar en algunas ocasiones, no siempre esta es la causa de la fatiga, aunque sí es la más común, por ello estrecha relación del déficit de vitaminas con el agotamiento o cansancio físico.
Entre las causas se encuentra la anemia, una enfermedad donde uno de los principales síntomas es el cansancio o fatiga. La anemia asociada a la carencia de vitaminas, se produce por una ingesta baja en el aporte de éstas, ya sea por medio de alimentos o suplementos y ocurre más comúnmente en zonas con pobreza. O por una disminución en la absorción de la vitamina por una condición subyacente del paciente.
La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los eritrocitos (glóbulos rojos), es la encargada de llevar el oxígeno en la sangre. La anemia se define como una disminución en el número de ésta, y debido a que el organismo no puede funcionar bien sin un buen aporte de oxígeno, es la razón por la cual se manifiestan el cansancio y la debilidad.
Hay vitaminas que intervienen en la síntesis de las células hematopoyéticas (células que componen los elementos formes de la sangre), como la vitamina B12 y la vitamina B9, ellas intervienen específicamente en la formación de glóbulos rojos. Si existe una deficiencia de ellas en la sangre, disminuyendo su disponibilidad para la formación de los eritrocitos, el conteo de estos disminuye a nivel sanguíneo y empiezan las manifestaciones clínicas.
El hierro contra el déficit de vitaminas
Otro nutriente importante, en la lucha contra la anemia, es el hierro, ya que éste también es utilizado en la síntesis de hemoglobina y mioglobina, la cual es una proteína que se encuentra en los músculos y es capaz de almacenar el oxígeno. La anemia por déficit de hierro es de las más comunes en el mundo.
Los requerimientos diarios van a depender de la edad y estado fisiológico en el que se encuentre el paciente. En los hombres adultos es de 8 mg al día y en las mujeres adultas es de 18 mg al día. Hay muchos alimentos ricos en hierro, dentro de los que se encuentran:
- Legumbres como arvejas, semillas de soja
- Frutas deshidratas como las uvas o ciruelas pasas
- Huevos
- Vísceras como el hígado
- Cereales o bebidas fortificadas
- Carnes magras
- Aves de corral
Sin embargo, a pesar de los grandes beneficios del hierro, si no se consume adecuadamente, se puede producir una intoxicación, la cual puede llegar a ser grave.
Por otro lado, una deficiencia de vitamina D, aunque no genera anemia, puede ocasionar síntomas parecidos. Esto se debe a que una de las funciones de esta vitamina es ayudar a la absorción de calcio a nivel intestinal.
¿Y qué tiene que ver el calcio con el cansancio?
Es simple, el calcio es importante para mantener una buena salud en huesos, dientes y músculos. Si existe un déficit de calcio, el sistema musculoesquelético no funciona adecuadamente y puede ocasionar fatiga, al realizar actividades sencillas como caminar o correr.
El músculo es capaz de moverse gracias a impulsos nerviosos, el calcio interviene en la comunicación neuromuscular, y junto con el sodio el potasio y el magnesio, mantienen el tono muscular. Cuando hay un buen equilibrio entre lo niveles de estos nutrientes, se mantiene un buen funcionamiento muscular, sin la presencia de calambres, fatiga o cansancio.
El calcio además actúa a nivel cardíaco y de vasos sanguíneos, por lo que si hay un déficit se vería afectado el sistema cardiovascular, con sus posibles consecuencias como cansancio, arritmias, cianosis, edemas, entre otros.
Por esto, la vitamina D es importantísima para el cuerpo, es vital consumirla, sin embargo, es una vitamina particular, ya que es una de las pocas vitaminas que se pueden sintetizar dentro del cuerpo, esto es posible gracias a la exposición solar, aunque hay que tener en cuenta que hay factores que disminuyen esta conversión, como por ejemplo, la piel oscura, la luz solar a través de ventanales, filtro solar, uso de ropa protectora y días nublados, en estos casos lo mejor es consumir además, alimentos que contengan vitamina D como el pescado graso, productos lácteos, huevos y setas como los hongos.
En fin, hay varias causas por las cuales una persona podría sentir cansancio y fatiga, incluso no relacionadas a la falta de vitaminas, enfermedades más complicadas y que deben ser estudiadas por un profesional. Sin embargo, si se quiere prevenir las afecciones más comunes generadoras de estos síntomas, lo ideal es mantener una alimentación sana y completa que aporte todos los nutrientes necesarios. Y si no es posible, tener en cuenta los suplementos alimenticios, los cuales vienen en diferentes presentaciones según las necesidades, ya sea en tabletas, jarabes, suspensiones o en ampollas.
Dato curioso: a veces el cansancio es solo mental, y se da por una sobre exigencia a las capacidades de cada persona, ya sea generado por un estrés laboral o personal. En este estado lo que más va a pedir tu mente es que descanses o duermas al menos 15 a 30 minutos. Si por el contrario lo que haces es tomar algún alimento energético (ya sea en presentación de barras o bebidas) tu cerebro se va a activar, pensando aún más en la situación estresante, generando aún más estrés. Por lo que se recomienda, que en momentos de mucho estrés, se tomen bebidas relajantes y se deje reposar la mente por unos minutos.